Saciando la sed del squash
¡Aguas con no beber agua!
El jugar squash va más allá de ir a la cancha y dar lo mejor de sí a fin de
adjudicarse una dulce victoria. Por eso para satisfacer realmente la sed del
squash es necesario hidratarse correctamente con el objeto de tener un buen
desempeño en esta disciplina, pero sobre todo para cuidar la salud de los
apasionados raqueteros.
En este deporte se suda demasiado, por eso es
necesario mantener un equilibrio en la hidratación del organismo. En ese
sentido, se debe saber que el sudor es la vía más rápida para perder agua
durante el ejercicio y por ende, deshidratarse; ello ocurre porque el cuerpo en
un afán por regular su temperatura transpira para disipar el calor que se genera
ante una intensa actividad física.
De no compensarse esta baja del vital
líquido, puede generarse un desequilibrio que se verá reflejado en un menor
rendimiento físico, disminución de la función mental, falta de control motriz,
desconcentración, así como cansancio, mareos y calambres. Por eso es importante
hidratarse, principalmente si se considera que una persona que hace deporte
demanda de 5 a 6 veces más cantidad de agua por encima de lo normal.
Sin
embargo, ¿cómo sabemos cuál es la dosis necesaria? Esta pregunta es complicada
de responder, porque todos los deportistas son distintos y sus necesidades
también. Además hay variantes internas y externas que igualmente influyen en
cuanto al consumo de agua. De hecho, de acuerdo con el Instituto Australiano del
Deporte, los requerimientos de fluidos se ven afectados por: cuestiones
genéticas (unas personas sudan más que otras), el tamaño del cuerpo, la
condición física, el medio ambiente (se transpira más en lugares cálidos y
húmedos) y por supuesto, la intensidad del ejercicio.
Aunque no hay una
guía estandarizada con recomendaciones de cuánto se debe beber, sí existe un
método que puede ayudar a cada individuo a saber cuánta agua gastó y cuánta debe
consumir luego de cada ejercicio. Los expertos sugieren que se haga un monitoreo
y medición del peso corporal previo y posterior a cada actividad deportiva. Así,
los atletas pueden estimar fácilmente sus requerimientos, ya que cada kilogramo
perdido es equivalente a un litro de fluido.
Una vez que se conoce el
déficit de agua, los deportistas pueden instaurar un plan acorde a sí mismos, a
fin de mantenerse bien hidratados para antes, durante y después de cada sesión
física. El seguir un programa establecido también ayuda a que no se beba de más,
y de igual forma a que no se ingiera de menos, ya que como se ha hecho evidente,
la sed no es indicador viable para saber si se está hidratado o no. La
recomendación de Squash México es que siempre se consulte a un especialista en
la materia.
Finalmente, se debe agregar que el agua no es el único
recurso para mantener con líquidos al cuerpo, ya que las bebidas energéticas
igualmente pueden resultar una buena opción que no sólo hidratarán al cuerpo,
sino también lo abastecerán con electrolitos, carbohidratos, sodio y potasio,
entre otros nutrientes para su buen funcionamiento y mantenimiento.
De
esta forma se puede concluir, que el sudar la “gota gorda” para los amantes de
la raqueta debe tener otro sentido, porque va implícita la necesidad de estar
constantemente hidratados para saciar efectivamente, pero sobre todo,
saludablemente, la sed del squash.