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¿Cuántas veces has salido de la cancha sintiéndote, además de cansado, frustrado y enojado, porque según tú, no marcaron un punto cuando sí lo era; estresado porque sabes que el siguiente partido definirá al ganador de campeonato que juegas; o preocupado por ese tirón que sentiste en la pierna tras haber tratado de ir por una bola? Seguramente te identificaste con alguna de estas sensaciones, y probablemente sabrás que esas emociones no te ayudarán, ni mental, ni físicamente para tus siguientes duelos, a pesar del duro entrenamiento que has estado realizando. 

Lograr no perder el foco ante estos escenarios parece imposible, pero si te dijéramos que la yoga puede ser una opción que puede ayudarte ¿lo harías? Aquí te damos algunas buenas razones para comenzar con esta práctica que complementará tu acondicionamiento físico y mental en la duela.

La yoga es una disciplina milenaria originaria de la India que busca encontrar un equilibrio y unión entre la mente y el cuerpo, a través de distintos métodos cuyo sistema integral está cimentado en bases filosóficas, físicas, éticas y psicológicas. De acuerdo con los expertos, con dicha comunión se obtiene mayor conciencia, libertad, salud, tranquilidad, felicidad además de que conlleva a tener una visión más clara.

Bajo esa premisa, la yoga entonces puede ayudar a guiar las emociones y la mente a fin de relajar a un jugador cuando un partido no está yendo como quisiera, porque fomenta a que haya una mejor concentración. Además, refuerza el entrenamiento del cuerpo porque con sus métodos se pueden mejorar la flexibilidad, la fuerza, la estabilidad y el equilibrio ya que permite conocer mejor al organismo y sus limitaciones, lo que también previene posibles lesiones.  

De hecho la yoga puede ayudar a restablecer una lesión en ligamentos, músculos o articulaciones gracias a las posiciones que maneja,  al trabajo que se realiza a través de la respiración y al foco interno que fomenta. Ello sin duda, aumenta la posibilidad de que un atleta dure más en su carrera y tenga un mejor desarrollo en ella. 

Con la yoga se mejora la conciencia de la respiración, estabilidad en la postura, mejora la capacidad aeróbica o anaeróbica (dependiendo el estilo que se practique) y la resistencia; además permite que haya un mejor rango en lo movimientos (indispensable para todo aquel que practica squash), aumenta la fuerza, el balance y el control, activa los músculos y provee de estabilidad.

Se debe mencionar que existen distintos tipos de yoga y cada uno tiene un fin y un método distinto, de ahí que sea importante consultar a un especialista en la materia para que, con base en las necesidades del atleta, ayude a definir cuál es el estilo más conveniente a fin de complementar el entrenamiento. 

Lograr un acondicionamiento, pero sobre todo, balance entre lo mental y lo corporal a veces parece difícil, mas no es imposible si se tiene un guía como la yoga, la cual ayuda a canalizar y a conjuntar estos elementos en un todo para así, además de tener un mejor desempeño en la cancha, también tener una vida más armoniosa y enfocada. Así que depende de ti darte ese equilibrio en la “T”.